Por: El Portavoz de Hidalgo
- ¿𝐀𝐩𝐥𝐢𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐢𝐧𝐞𝐟𝐢𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐜𝐨𝐭𝐢𝐝𝐢𝐚𝐧𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐏𝐚𝐜𝐡𝐮𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨𝐬?
Según el censo de población 2015, en Pachuca hay 277, 375 (doscientos tetenta y siete mil trescientos tetenta y cinco) habitantes. De esta población se puede consideran más o menos que ciento setenta mil tienen edad para votar.
Si le hechamos un vistazo a la página oficial de Facebook del flamante alcalde pachucaqueño, vemos que sólo veinticinco mil personas la siguen, y revisando algunos perfiles nos damos cuenta de que muchas o la mayoria son empleados del municipio y del gobierno estatal.
A éste mínomo porcentaje de seguidores es a quien Sergio Baños Rubio comunica diariamente sus grandes logros en beneficio de los pachuqueños, quienes además, sólo han compartido 79 veces desde el 16 de agosto, una publicación donde lo podemos ver sujetando una máquina, ayudado por un trabajador, mientras pavimentan una de las miles de calles de la ciudad que lo requieren. Una pavimentación virtual.
El alcalde utiliza sus redes sociales para transmitir sus mensajes de manera impactante gracias a su personal de comunicación social, que a traves de fotografías "a modo" lo presentan como una alcalde que "trabaja".
Esta es la pequeña población cibernética a la que llega su realidad virtual. Una pequeña población virtual.
Mientras, los habitantes de pachuca que viven la realidad "realmente", tienen que seguir sufriendo diariamente los inconvenientes y peligros que representan los baches, que a pesar de ser un mal endémico de la ciudad, no es el más grave. Ahora, aparte de calles en mal estado, el ciudadano pachuqueño tiene que efrentarse diariamente también a la peligrosa delincuencia que opera en toda la ciudad. Pero, incomprensiblemente, esta delincuencia opera impúnemente en el primer cuadro de la ciudad y a plena luz del día, sin que las autoridades puedan detenerla. Como en el atrio de la parroquia de la Asunción, en el jardín frente al mercado Primero de Mayo, los Portales, y todas las calles del centro de la ciudad.
Y del primer cuadro de la ciudad hasta las principales avenidas como la Juárez, los actos delictivos no se detienen, como cristalazos y robos en la calle Guerrero, Cuahutemoc, Madero, Revolución, Fernando Soto, Gómez Pérez, etc.
Actos de violencia contra el ciudadano común y contra las mismas autoridades ya son cotidianos en estas zonas, cometidos por vendedores ambulantes incluso, si es que éstos no son en realidad delincuentes disfrazados de comerciantes. Como los instalados en el atrio de la Parroquia de la Asunción y frente al mercado Primero de Mayo.
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