Mediante actos ilegales avalados por el director del Centro INAH en Hidalgo, el Ayuntamiento de Pachuca y la Compañía Minera de Pachuca, el actual Secretario de Turismo en la entidad, Eduardo Javier Baños Gómez, compró en remate el predio Talleres de la Maestranza
El cotizado predio de alto valor comercial conocido como Talleres de la Maestranza, mismo que defiende el colectivo Rescatemos la Maestranza para evitar que un Monumento Histórico pase a manos de particulares en perjuicio cultural de los habitantes de Pachuca, fue adquirido por el Secretario de Turismo en Hidalgo Eduardo Javier Baños Gómez, pero mediante diversas irregularidades que ponen en tela de juicio la legal transacción del inmueble y que incluso podrían llevarlo a la cárcel por la presunta comisión de diversos delitos.
Aunado al tráfico de influencias e ilegalidades cometidas para poder comercializar el predio entre particulares, resalta el bajo valor catastral con el que fue vendido, cercano a la mitad de su valor comercial.
Un cochinero para traficar con un patrimonio cultural
Como publicara el periodista Alberto Witvrun, a mediados de los 90 la Compañía Minera Real del Monte y Pachuca (CMRMyP) entregó al Instituto Nacional del Fondo de Vivienda del Trabajador (Infonavit) el predio donde funcionaron los Talleres Maestranza desde principios de siglo.
“El consejo de administración de Infonavit durante la gestión de Luis de Pablo Serna, determinó luego de varios estudios que las aproximadamente seis hectáreas no eran adecuadas para la construcción de viviendas porque su subsuelo contiene altas cantidades de metales pesados como plomo y azufre, lo que no afecta al complejo habitacional desarrollado durante el auge minero a un lado de los talleres”.
Sin embargo, dichos terrenos pararon en manos del gobierno del Estado durante la administración del exgobernador Manuel Ángel Núñez Soto, cuando Carlos Noriega Romero, hoy titular de Bancomext, fungía como Subdirector General de Planeación del Infonavit, conociendo primero de la existencia del predio y luego influyendo para la dación.
El 5 de mayo de 2003, la administración de Núñez Soto vendió el predio de 58 mil 690 metros ubicado en la colonia Maestranza a favor de la empresa La Maestranza Inmobiliare S. A. de C. V. por 8 millones 400 mil pesos, es decir, en poco más de 143 pesos el metro, un precio al menos 20 veces por debajo de su valor comercial, toda vez que es una zona cotizada por su ubicación y plusvalía.
Cabe señalar que La Maestranza Inmobiliare así como 3-A Inmobiliaria, son empresas cuyos socios son precisamente el exgobernador de Hidalgo Manuel Ángel Núñez Soto, el exdirector de Infonavit David Penchyna Grub, el titular de Bancomext Carlos Noriega Romero, además del empresario Manuel Díaz de la Riva, por lo que los primeros tres, en su calidad de funcionarios y aprovechándose de información privilegiada, incurrieron en un delito al fraguar una triangulación que dejó el terreno en sus manos, infringiendo incluso normas federales como la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos.
EANoticias realizó una investigación en julio pasado que narra cómo este grupo, conocido como la ”Camorra del Ángel” ha edificado un poderoso imperio de más de diez mil viviendas alrededor del país, siendo señalados por presuntamente cometer especulación de terrenos, ventas irregulares, así como de aprovechar sus posiciones en instituciones gubernamentales para la obtención de beneficios particulares, entre una decena de acusaciones más.
Imagen: Proyecto inmobiliario de la ’Camorra del Ángel’
El Despacho de abogados OMR que colabora con el colectivo Rescatemos la Maestranza, ingresó un amparo dado que se construía en la zona donde existe un monumento histórico, terreno tenía el registro 130480010135 en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), lo que retrasó los planes de los especuladores inmobiliarios. Cabe señalar que pese a la suspensión definitiva, las obras no pararon y así fue documentado.
Aunado a lo anterior, el Colectivo denunció operaciones inusuales en el predio, toda vez que el mismo INAH se encontraba realizando diversas modificaciones a su catálogo, sospechando que posteriormente le quitarían su calidad de Monumento Histórico para así poderlo comercializar.
La Maestranza es un sumamente predio cotizado en la capital hidalguense, gracias a su inmejorable ubicación céntrica además de la plusvalía que encuentra gracias a los fraccionamientos en su alrededor.
Más ilegalidades, ahora por parte de Baños Gómez
Los temores del colectivo Rescatemos La Maestranza e hicieron realidad. Dado que la zona donde se encuentran los talleres son un Monumento Histórico, ninguna autoridad puede otorgarla en beneficio de particulares, condición por la cual Eduardo Javier Baños Gómez movió sus influencias para hacerse del inmueble y poder lucrar con el.
El juicio de amparo indirecto foliado 400/2020-5 del Juzgado Segundo de Distrito en Pachuca que se encuentra en poder de este medio, revela que Eduardo Javier Baños Gómez adquirió el inmueble el 19 de febrero de 2020 y se registró el 20 de mayo del mismo año bajo la escritura pública 426 con los folios 3,197 al 3,200 dando fe el notario público No. 21.
La superficie adquirida (donde se encuentran todavía los Talleres) fue de 5 mil 995 metros cuadrados (el predio que les faltaba por arrebatar) y el costo fue de 11 millones de pesos, pagando 7.9 millones con cheque de caja, así como otros dos documentos que totalizan 3.1 millones de pesos.
Pero más allá de la procedencia del dinero con el que el funcionario compró el inmueble, toda vez que posee diversas empresas, hubo en específico dos actos que muestran tráfico de influencias e incluso presuntas ilegalidades para poderse hacer del bien, acciones que podrían derivar en una acción del orden judicial para todos los involucrados.
Primero porque el ayuntamiento de Pachuca, aún en manos de la exalcaldesa panista Yolanda Tellería Beltrán, realizó un Avalúo Catastral que se fijó en 10 millones 707 mil 815 pesos, es decir, en 1 mil 786 pesos el metro cuadrado, completamente desproporcional al valor comercial de la zona, de la que el colectivo Rescatemos La Maestranza estima en por lo menos 3 mil pesos.
Después, porque el inmueble no era sujeto de uso comercial, pues ello violentaría la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos.
El acto ilegal se concretó cuando Baños Gómez recibió por parte del perito Leonardo Gómez González, certificando el director del Centro INAH Hidalgo Héctor Álvarez Santiago, que el inmueble no puede considerarse como Monumento Histórico toda vez que su construcción data del Siglo XX y no del Siglo XIX como venía inscrito durante décadas en el catálogo del INAH.
Para la concreción del fraude, supuestamente el Secretario de Turismo anexaría a su oficio documentos probatorios sobre su supuesto, cosa que no hizo pero que el Centro INAH Hidalgo se encargó aparentemente de recabar para emitir su dictamen. Precisar que en su resolución, no obra documento alguno que pruebe y/o justifique el “cambio” de la fecha de construcción que les permitió comercializarlo (bajo el supuesto de haberse edificado en el Siglo XX y no XIX, no sería considerado Monumento Histórico).
La resolución fue notariada el 28 de septiembre de 2020 y desde esa fecha, el catálogo se modificó para evitar así problemas legales (en caso de no ser descubiertos).
El modus operandi de las mafias inmobiliarias en Hidalgo no ha cambiado.
Primero, en su calidad de funcionarios, obtienen información privilegiada sobre bienes inmuebles en propiedad de las instituciones.
Los inmuebles permanecen “parados” y descuidados durante años para que la memoria colectiva se pierda y los pobladores olviden que forman parte de su cultura y patrimonio.
Después, realizan una serie de modificaciones para poder comercializar los terrenos, vendiéndolos a terceros o, como en los casos descritos, mediante empresas de las que ni siquiera simularon que son ellos mismos los socios.
Ya en calidad de particulares, adquieren a precio de remate los inmuebles justificando los recursos para la compra de su actividad empresarial.
Posterior, si se presenta alguna eventualidad, como fue el caso, trafican influencias para arreglar la parte jurídica, cometiendo ilegalidades si es necesario.
Así, como en muchos otros casos que documentaremos en este medio, fue que se concretó la La Transa de la Maestranza.
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